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Cuidar la salud mental en niños y adolescentes en tiempos de COVID-19 puede prevenir síntomas de estrés

25 de mayo de 2020
  • Los psiquiatras revelan que el confinamiento también ha tenido consecuencias positivas para algunos niños y adolescentes en tratamiento antes de la cuarentena, posiblemente por el mayor tiempo compartido con sus padres y porque estaban sometidos a altas exigencias ambientales
  • Colectivos vulnerables como niños y adolescentes con autismo o discapacidad intelectual y otros como los que padecen TDAH pueden acusar más las consecuencias del confinamiento por la pandemia
  • El tercer webinar de AEPNYA, patrocinado por Takeda, se celebra el 25 de mayo y abordará la situación clínica y el manejo de los niños y adolescentes con psicopatologías durante la crisis del COVID-19

Madrid, 25 de mayo de 2020 – Según revela uno de los primeros estudios realizados sobre la actual situación de las familias, un 30% de los niños y adolescentes aislados o en cuarentena como consecuencia de la pandemia de COVID-19 podrían presentan síntomas de estrés postraumático y el 85% de ellos tienen padres también con dicha sintomatología. Estos datos, entre otros, fueron revelados durante el Webinar Duelo y Trauma en la Infancia y Adolescencia en los Tiempos de COVID-19, el primero de una serie de Webinars organizados por la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente (AEPNYA) con el patrocinio de la biofarmacéutica Takeda, comprometida con el TDHA y la salud mental en estos momentos difíciles para ayudar a manejar posibles consecuencias emocionales.

Así, Takeda coopera con la AEPNYA para la difusión de 3 webinars que tienen como finalidad ayudar a prevenir el trauma infantil durante el confinamiento y analizar los retos a los que se enfrenta la atención psiquiátrica de los más pequeños como consecuencia de los cambios que está sufriendo nuestra sociedad a raíz de la actual pandemia.

Nos estamos enfrentando a una situación sin precedentes, una pandemia que no permite a los niños y adolescentes visitar a sus seres queridos o participar de los rituales de despedida y que les impide acudir a la escuela o salir a la calle a realizar actividades de ocio, pero que mantiene las conexiones digitales que posibilitan el acceso a la información. Desde AEPNYA hemos visto la necesidad de realizar acciones que permitan tanto a la población como a nuestros compañeros de profesión reflexionar sobre lo que podemos hacer y tener un papel proactivo ante las demandas de la población”, ha explicado la doctora Dra. Abigail Huertas Patón, médico psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, portavoz de AEPNYA y moderadora del primer Webinar.

Según asegura esta especialista, en el primer webinar se abordó como el COVID-19 está transformando todos los aspectos de nuestra vida y, aunque muchas familias y menores son resilientes a las pérdidas, al estrés y al miedo asociado a esta epidemia, la situación puede contribuir a la aparición o empeoramiento de trastornos relacionados con el estrés. Por ello, existe una necesidad urgente de disminuir grietas en el sistema de salud mental para enfrentarse a este desafío sin precedentes y evitar que esta situación tan estresante alcance niveles traumáticos en los pacientes. “Fortalecer la atención comunitaria y detectar los casos más vulnerables es prioritario”, añade.

En esta línea, la doctora Abigail Huertas señala que en el segundo Webinar se abordó el importante papel que desempeña la red asistencial de Atención Primaria para atender las consecuencias de la pandemia sobre la salud mental de niños y adolescentes. “El pediatra o el médico de Atención Primaria están en un lugar privilegiado por su accesibilidad, proximidad y conocimiento previo de la familia. Además, los estudios indican que las familias suelen recurrir a ellos en primer lugar para consultar sus reacciones frente a acontecimientos estresantes. Sin embargo, la mayoría de los pediatras y médicos de atención primaria refieren sentirse inseguros en la detección y el manejo de los problemas de salud mental de los niños y adolescentes, por lo que es imprescindible prestarles asesoramiento y apoyo. Esto puede ayudar a prevenir el desarrollo de consecuencias en la salud mental de niños y adolescentes tras el confinamiento, algo que aún está por ver”, apostilla.

Colectivos vulnerables

Uno de los colectivos más vulnerables ante las situaciones derivadas de la pandemia por COVID-19 son los niños con autismo y discapacidad intelectual, un grupo de pacientes que presenta una alta dependencia de los adultos de su entorno, de los recursos de salud mental y también de los médicos y educadores sociales. “El confinamiento ha supuesto una ruptura inmediata y dramática con las rutinas de estos niños y sus familias provocando realidades hace unos meses impensables, como la disminución o incluso eliminación de los recursos de salud mental, el difícil acceso a la atención médica para las frecuentes patologías asociadas, la brusca cesación de las escuelas de educación especial o de los programas integrados en escuelas ordinarias o la supresión de los recursos de respiro y apoyo social. En definitiva, ha generado cierto abandono para las familias con un hijo con autismo y/o discapacidad intelectual”, algo que preocupa a los profesionales de Salud Mental infanto-juvenil y fue uno de los temas abordados en el segundo Webinar, señala la doctora Huertas.

Respecto a los niños y adolescentes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es otro de los grupos que más pueden acusar las consecuencias de la cuarentena, por lo que su situación se abordará en el tercer Webinar. Según esta especialista, los ponentes han destacado que los pacientes con problemas externalizantes, tales como el TDAH, el Trastorno oposicionista desafiante y el Trastorno disocial, pueden presentar mayor riesgo de desbordamiento conductual, desorganización y abuso de nuevas tecnologías, de difícil manejo familiar en situación de confinamiento. “Las dificultades atencionales y motivacionales pueden suponer un gran desafío en el seguimiento de la enseñanza a distancia. Asimismo, especialmente los adolescentes con mayores niveles de impulsividad y conductas de búsqueda de riesgo pueden requerir especial atención en aras a mejorar su bienestar emocional y conductual. En ocasiones, esta población presenta además problemas de adherencia terapéutica, que a su vez podría suponer falta de cumplimiento de las medidas preventivas del COVID-19, incrementando los riesgos sobre su salud”, subraya la doctora Huertas como un tema de preocupación a abordar.

La otra cara de la moneda

19 son negativas para la salud mental de niños y adolescentes. Los expertos presentes en el webinar organizado por AEPNYA, con el patrocinio de Takeda, pusieron sobre la mesa un dato revelador: un 30% de los niños y adolescentes que recibía atención psiquiátrica antes de la cuarentena han presentado mejoría coincidiendo con el confinamiento.

Entre nuestras reflexiones compartimos que es posible que estuviesen sometidos a elevadas exigencias ambientales y que el tiempo compartido con sus progenitores les esté ayudando. También creemos que los sentimientos de miedo, ansiedad y preocupación, así como de tristeza ante la pérdida de un ser querido, no tienen por qué ser causa de complicaciones si el entorno social de los niños y adolescentes es sensible a sus necesidades”, afirma la doctora Abigail Huertas.

El tercer webinar organizado por la AEPNYA y Takeda tiene lugar el 25 de mayo y abordará la Situación clínica y el manejo de los niños y adolescentes con psicopatologías durante la crisis del COVID-19.

Acerca del compromiso de Takeda con el TDHA y la salud mental

Nuestra área terapéutica de neurociencias está impulsada por la gran necesidad no cubierta de los pacientes con enfermedades del sistema nervioso central. Nuestra misión es investigar y ofrecer medicamentos innovadores a los pacientes que sufren enfermedades neurológicas y psiquiátricas para los que no se dispone de tratamientos. Para cumplir con nuestra estrategia aprovechamos los avances en dianas terapéuticas definidas molecular y genéticamente, biomarcadores y otras modalidades dirigidas. Nuestro compromiso por ayudar a los pacientes va más allá de nuestros esfuerzos en investigación, ya que brindamos apoyo a varias organizaciones de pacientes y de profesionales de las neurociencias, para ayudar a concienciar, formar a los pacientes y a sus familias y ampliar el acceso a los tratamientos.

Acerca de Takeda

Takeda es una compañía biofarmacéutica líder a nivel internacional basada en valores e impulsada por su actividad en I+D. Takeda tiene su sede central en Japón y está fuertemente comprometida con una mejor salud y un futuro mejor para los pacientes, traduciendo la ciencia en medicamentos altamente innovadores. Takeda centra sus esfuerzos de I+D en cuatro áreas terapéuticas: oncología, gastroenterología, neurociencias y enfermedades raras. También realiza inversiones de I+D específicas en terapias derivadas de plasma y vacunas. Takeda está centrada en el desarrollo de medicamentos altamente innovadores que puedan contribuir a marcar una diferencia en la vida de las personas a través de logros en el avance de nuevas opciones de tratamiento, el impulso y la optimización de la I+D y la potenciación de la compañía para crear una cartera sólida y diversa de fármacos. Los empleados de Takeda están comprometidos con la mejora de la calidad de vida de los pacientes y con la colaboración con distintos partners en el área de asistencia sanitaria en aproximadamente 80 países y regiones.

Si desea obtener más información, visite www.takeda.com y www.takeda.es